Un regalo muy natural y práctico

Siempre digo que el mejor regalo es algo que se necesite. Y si está hecho a mano mejor, ya que es único, hecho con todo nuestro cariño y cuidado para que sea especial.

Sin querer he descubierto un regalo que, aparte de ser natural es practico y me lo han agradecido mucho. Es algo tan simple como un bote de perejil deshidratado.

Cuando lo regalé no pensé que fuese a gustar tanto, pero me equivoqué. Supongo que nunca valoramos lo que tenemos y sobretodo si nos sobra.






 Ya se sabe que la primavera altera y hace florecer todo. Me están brotando muchas plantas y entre ellas el perejil, que lo hace por todas partes. El problema es que crece muy rápido. Enseguida se va para arriba sin hacer una mata frondosa. Se espiga y echa flores. Lo bueno es que tiene ramas que se pueden utilizar pero hay que recogerlo antes de que se estropee

He dado con la mejor manera de guardarlo y utilizarlo sin que pierda sus propiedades y es deshidratandolo. Otro día os enseño la deshidratadora y hablo de ella, se merece una entrada para ella sola.

El proceso es fácil. Tras recogerlo y lavarlo, se corta en trozos. Yo le dejo las hojas y un trozo mínimo de rama y a la deshidratadora! Como es fino, enseguida está seco.

Flor del perejil

Lo meto en el bote cuando aún está calentito para que la humedad del clima gallego no lo vuelva a hidratar (haría falta mucha humedad). Cuando está seco se rompe con facilidad (a mi me gusta así)  y lo aprieto para que coja  la máxima cantidad posible.


Para utilizarlo solo hay que abrir el bote y coger lo que necesitas. Si los trozos te parecen grandes los puedes romper con facilidad. En contacto con líquido se vuelven a hidratar rápido.

Ya veis que es algo muy sencillo, tanto el proceso como el regalo. A veces para acertar no hace falta gastar una cantidad excesiva de dinero, solo pensar y tener tiempo para hacer algo único y especial, como esa persona a quien se lo vas a regalar.


Espero que os haya gustado. Un biquiño